¿Dudó alguien sobre la teoría “El choque de las civilizaciones” de Samuel Huntington?

Estando muy próximos a una especie de tercera guerra mundial, nadie podría negarle al pensador norteamericano ese crédito. El escenario mundial está dividido y traumatizado por el sorpresivo acecho de la cultura musulmana. Las batallas se ciñen en diferentes partes del mundo, especialmente occidente, frente a una estrategia islámica cada vez más calculadora, fuerte y maquiavélicamente militante.

Existen varios puntos que debemos advertir para analizar lo que sucede actualmente en Siria y en la mente de los países más poderosos de la urbe.

Para nadie es un secreto que Rusia ha tomado liderazgo en este conflicto, pues hacia muchísimos años que no veíamos a una fuerza militar y política intervenir en una guerra sin la “anuencia” de los yanquis.

Una vez que Rusia se consumó como amo y señor del conflicto, justo desde ese momento, Estados Unidos decidió entrar al juego, un juego que solo le involucraba hasta ese momento entregar armas y alimentar a los caudillos separatistas que luchaban ante el régimen de Bashar al Asad, mandatario de Siria hasta el momento.

Al darse cuenta que su estrategia no fue solvente por el fortalecimiento de Rusia en el conflicto, decidió oportunamente movilizar todo su arsenal, a mover sus piezas fríamente y sin desvaríos. Sin duda estamos ante un nuevo escenario de guerra fría de este siglo. La geopolítica en ciernes, la ideología como pretexto, las acciones justificadas.

Ambos países empezaron a medirse desde hace algunos años. La decisión de Cuba de pasar al lado de Norteamérica, la reducción del populismo en parte de América entre otros motivos, son tal vez una de las mayores preocupaciones y especulaciones rusas para buscar el control en medio oriente, algo que había desdeñado desde hace buen tiempo debido a sus propios conflictos internos y claro, en menor medida también externos.

Los aliados de la Coalición saben de los interes de Obama y Putin. Aún a pesar, serán ellos quienes busquen administrar el sosiego y las buenas acciones que determinen el futuro de Siria y en general de los países donde el Estado Islámico (EI) interviene, y que ha originado la peor crisis de refugiados hacia Europa precisamente por los errores políticos de los mismos gobernantes de occidentes desde hace varios años atrás. El karma que le dicen.

Otro tema que alerta a los analistas y estudiosos es que nadie puede comprender cómo jóvenes casi de una tercera generación llegados a Europa, son los kamikazes de esta guerra, quienes están dispuestos a morir por el islamismo frente a una patria que a pesar de haberles dado todo, niegan y hasta odian. El choque de civilizaciones más vivo que nunca.

Esto ha originado y atizará aún más un nuevo escenario ideológico en Occidente, el caso de Marine Le Pen después de los atentados en Francia y el aceptable discurso de Donald Trump en la sociedad norteamericana son solo dos claros ejemplos de la manipulación de la ultra derecha para ser acogido en las sociedades atemorizadas. Un nuevo rumbo xenófobo, duro, conservador y fascista podría germinarse en la vieja Europa.

Más allá de los implicados, y siendo Siria el país que resiste hasta más de cinco bandos y clanes enfrentados; los verdaderos confrontados son Estados Unidos frente a Rusia, y la permanencia de Al Asad en el gobierno sirio, será el primer punto que favorezca a algunos de estos.

El Ejército Islámico seguirá fortalecido mientras los vecinos países y hasta la misma Europa le sigan comprando petróleo a los patrocinadores del terrorismo, sus tentáculos según informes, ya habrían llegado a toda Europa y una ola de atentados sigue en lista de espera, lo que sin lugar a dudas agudizará la crisis.

Por lo pronto se había previsto terminar con el conflicto interno de Siria para finales de 2015. Hoy enero de 2016 todo sigue más intacto que nunca, mientras que países como China quien ha guardado sigilosa expectativa, podría ser un nuevo personaje que ingresé este año a ser parte de los actores del conflicto. Rusia entonces sonreirá por un nuevo aliado, y Estados Unidos pensará tal vez, con un Obama ya saliendo de la Casa Blanca en volver a las armas por enésima vez, y sin que nadie se lo pida, volver a ser los “héroes del planeta”.