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Precisamente ante ello, es importante señalar que la articulación y fortalecimiento de la relación con la bancada de PPK será fundamental para lograr los objetivos

El liderazgo de Vizcarra

Publicado: 2018-08-23


Dos años perdió Fuerza Popular (FP) buscando cobrarle la venganza a PPK por ganarle las elecciones, dos años perdidos agotándose en blindar a su líder en los diversos espacios donde se atisbaba alguna denuncia contra ella y contraatacar a Kenji Fujimori por osar tentar el poder naranja. Dos años donde pudo encabezar la reforma del Estado tan necesario para el fortalecimiento democrático, con lo cual no solo mantendría estratégicamente el control de las propuestas, sino principalmente consolidar su partido hacia el 2021 conectando de manera natural con el sentir de la ciudadanía.

Ante este vacío de oportunidad política, más el contexto de indignación que causa los casos de Lava Juez, el presidente Vizcarra por una cuestión elemental y necesaria, lideró la reforma del Estado. Grandiosa oportunidad perdida de FP para sus intereses partidarios que difícilmente podrá revertir o encontrar ante la desmedida situación de baja aceptación del Congreso de la República, de los políticos en general y ahora según las últimas encuestas, de su propia lideresa Keiko Fujimori.

Duro revés para FP que insistió en presidir la Mesa Directiva del Legislativo en un momento que precisamente debía mostrar mayor desprendimiento de su indeleble poder para causar algún hilo conductor hacia sus electores o la población misma, tan necesarios sabiendo que sus adherentes decepcionados comienzan sentir menos motivación por el fujimorismo sin Fujimori, mientras que el antifujimorismo permanece intacto en el escenario político siempre con la sangre en los dientes para atacar.

En ese sentido debió ser más democrático para buscar consensos de cara a la integración de la mesa directiva, e inclusive cederla. Se habría visto como un grato gesto político, esencial para la coyuntura que vivimos, no solo para crear la percepción estratégica de unificación institucional, sino de marcar un equilibrio necesario de poderes para no mostrarse como los dueños del Legislativo, precisamente para esperar en mejores condiciones de batalla lo que podría venir más adelante.

Arrinconado a la malla, a FP como mayoría en el Congreso de la República solo le queda mostrarse contribuyente y complaciente ante las medidas que propone el Ejecutivo, aunque no les guste, pues el presidente Vizcarra con la aceptación de la ciudadanía a cuestas le da un amplio margen para exigir se apure la reforma, al haberle tirado la pelota a su cancha ni más ni menos, debe ser capaz de resolver la cuestión de manera rápida y efectiva, aun cuando quizá técnicamente no sea posible hacer reformas de un día para otro, pero sí será seguro que la gente advertirá cualquier traba o demora directa como culpa del Legislativo.

Precisamente ante ello, es importante señalar que la articulación y fortalecimiento de la relación con la bancada de PPK será fundamental para lograr los objetivos, pues el Gobierno necesita ir comunicando los avances, paso a paso, informado a la ciudadanía para darle veracidad y valor a sus decisiones, estableciendo un mecanismo de vocería nutrido de ideas y acciones, integrados a sus congresistas alineados en sus ideales, en coherencia con los lineamientos expuestos, con lo cual reforzará su reputación y se sentirá a través del respaldo el aval político que necesite.

Asimismo como encontrará una fuerte contingencia desde el Congreso de la República en temas tan álgidos como la bicameralidad, la inmunidad parlamentaria y la no re elección de los congresistas, los cuales serán discusiones largas como justamente lo amerita, será imperativo que Vizcarra se muestre firme en la puja con FP y al mismo tiempo, estratégicamente receptivo a conciliar y coordinar para que las propuestas lleguen a un buen entendimiento y puedan resolverse rápidamente. De no hacerlo, tanto Ejecutivo y Legislativo terminarán desprestigiados ante los ojos del ciudadano de a pie.

No sé si Vizcarra ahora mismo lo haya pensado pero no debe asombrarnos la idea sobre su futuro político, pues precisamente ahora es cuando para empezar a forjar su destino en la política, su esperanza de liderazgo y su consolidación como hombre de Estado que tanto necesitamos. Su exitoso gobierno a finales del bicentenario que es lo que todos anhelamos, fortalecerá la institucionalidad democrática para el país, y para él, será la puerta triunfal de regresar a Palacio de Gobierno tranquilamente, una vez pasado los cinco años que la ley estima.

El gran informático estadounidense Alan Kay decía “La mejor forma de predecir tu futuro, es construirlo”. Ahora mismo el presidente Vizcarra debería ya estar construyéndolo.


Escrito por

Carlos Javier León Ugarte

Periodista, melómano y obsesivo lector. Adicto al jazz y un furtivo amante de The Beatles. Lucho por el medio ambiente y amo a Universitario de Deportes.


Publicado en

Incorrectamente Político

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